Narciso

Ayer fui a ver Narciso, de la Manuela Infante. Bueno, como yo, un Narciso, que tiene un blog con ese nombre y que ve las obras que ven los intelectuales de shile, no iba a ir po? Así que juí. Top!!! Realmente me impresione de ver cómo en un escenario especular se desplegaba el deseo más genuino, el de morir para no depender de nadie, el dolor de no necesitar de nada. La cagó esa mina, es capaz de trasmitir en el espacio escénico conflictos intrapsíquicos de una manera impresionante.

Recuerdo el tiempo de encierro en mi pieza, cuando tenía 12 años, todo era oscuro, disfrutaba de sentirme lo peor, de saberme mejor que todo el resto y de estar entre mierda, pero aún así, yo era la mierda más mierda. Recuerdo como me dedicaba a soñar con grandiosidad, a pensar cómo en un momento miraría con desprecio a todo aquel que me había mirado con desaire, como desde un trono podría, con la mirada, despreciar y no necesitar de ninguno de los que alguna vez anhelé una mirada. Recuerdo cómo planeaba mi muerte, cómo sería el dolor de los que me verían partir, y cómo me los cagaría cuando vieran correr la sangre por debajo d ela puerta, de esa puerta que cerrada me apartaba del mundo, de esa puerta que lo único que esparaba era que fueran a abrir y me sacaran de allí, que me dijeran que ellos me necesitaban...cuando ya no podía necesitarlos más yo a ellos. Recuerdo como el espejo era la imágen más frecuente que veía, cómo me odiaba, como odiaba esa nariz, el pelo, y me despreciaba, sin embargo me miraba, porque era quien estaba allí para hacerlo.

Lo único que me molestó un poco es el haber usado el recurso del joven shato, el hijito de papá insatisfecho, que lo tiene todo y no necesita nada. También hay pobres, que siguen siendo pobres por la incapacidad de pedir, de buscar, por la verguenza para mostrarse pobres. también hay viejos solos, que prefieren morirse antes que pedir.

Recuerdo también las lágrimas, el dolor por querer estar encerrado, por no poder hablar y decir que me sentía solo, que sentía que se reían de mí, que sentía que era feo, que no servía para nada, que esa pieza se iba a convertir en mi futuro eterno...

Recuerdo la obra de ayer, sé lo que es el dolor narcisista... Pero hoy también sé, especialmente estos días, lo hermoso que es querer dejar de estar solo...