Wednesday, March 21, 2012

Lemebelezco

Estoy leyendo a Lemebel, y me di cuenta que influye mucho en la manera como escribo. Admiro su capacidad de encontrar miles de sinónimos para decir lo mismo. Creo que eso intento. Tal vez no lo hago solo cuando escribo. Busco miles de formas de decir lo mismo. A través de diversas formas se repiten los significados. A través de muchas maneras los gritos son los mismos. Mediante miles de gestos, a través de muchos caminos, las mismas frases, los mismos ecos.
Hoy recorrí el barrio. No tengo cámara, sino subiría fotos. Es muy lindo. Tienditas llenas de colores, cafecitos pequeños, locales de helados, ventas de artesanía, panaderías de barrio, muchos árboles, es agradable. Tengo miedo, creo que es eso lo que se repite. Tengo miedo de querer volcarme hacia afuera, al hacer, al generar, y que sea demasiado tarde. Me da miedo mirar atrás y ver una escena de destrucción irreparable. Creo que es eso lo que me impide hacerlo, no quiero mirar, no quiero saber que ya no hay nada, que el caos es total.
Y si lo hago, si descubro cada día un cafecito nuevo, un libro, un color, un aroma, una brisa, si descubro algo AFUERA? No lo sé. En eso estoy.
Por ahora, Lemebel me acompaña, su amargura me alienta, su potencia me levanta, su odio me calma. Porque genera, porque con eso crea. Quiero Lemebelearme. Por qué no?

Saturday, March 10, 2012

Un café


Escucho. Espero. Espejo. Espada.
Era. Eramos. Estaban.
Eulalia. Estorbo. Extorsión. Estímulo.
Epoca. Estelas. Enemas.
El. Ella. Ellos.
Este. Eso. Esto.
Enamorarse. Estúpido. Enojo.
Emoción. Eutimia. Extasis.
Escaso. Epíteto. Epico.
Extraño.

Friday, March 09, 2012

Viernes por la noche...

Hace mucho calor. Es raro tener que estar lejos para vivir. me refiero para poder VIVIR. El otro día, caminando por el que este año será mi barrio, lleno de cafés, tienditas, y gente linda, pensé... Estoy lejos. Creo que la aproximación a la muerte me ha hecho temerla cada vez menos...y cada vez más a la vida. ¿Qué pasa si me arriesgo a vivir? Qué pasa si no me corto las venas sino que me las aprieto con un reloj que me ordene, que marque ritmos, que me oriente, que me alivie... No lo sé. Bueno, siempre he usado reloj, nunca ha cumplido esa función.
Quiero que llegue el invierno, el otoño al menos, que caigan las hojas y el viento me chasconee, el poco pelo que queda. Quiero irme a dormir sintiendo que estoy en una madriguera calentita, este departamento, que empiezo hoy a habitar, a hacerlo mío, a ponerle adornitos, ceniceros, flores, cuadros, a llenar la despensa con comida, o no a llenarla, pero a que en las noches de angustia y desolación haya algo que me de glucosa. Algo de leche. Algo de mamá. Quiero sentir que el frío queda afuera, que hay dónde refugiarse, una cama, una estufa, una tele, y comida, un bunker donde esperar a que pase la guerra, a que se acabe el mundo, un refugio que proteja del holocausto de la realidad.
Es raro, no sé si definirlo como manía o eutimia. Vislumbro proyectos, imágenes de futuro menos aterradoras,y cuando se empiezan a transformar en los monstruos de siempre logro aliviarme y dejar que vengan, creo que he buscado tanto los monstruos que cada vez me parezco más a ellos. Los conozco, los siento, los toco. Los contrasto con las caras bellas de los ciudadanos de este país, sorpredentemente bellas, y creo que me quedo con mis monstruitos...
Hoy empecé la terapia via chat. Es muy loco,después de 10 años de diván, con el encuadre rígido y la neutralidad terapéutica, a mi juicio, mal entendida, hoy siento que hay alguien disponible. No sé. Hay más calma. Cuánto dure, no lo sé.
Escucho música. Ayer iba a publicar Paisaje de Vicentico. Hoy quiero sumergirme en la electrónica, a lo más con alguna letra tonta en inglés, que como soy más tono, no la entiendo. Compre algunas cosas para el departamento.
Las pastillitas de morfeo hacen su llegada, empieza a caer el sueño. Se viene el primer fin de semana lejos. Extraño muchas cosas. Te extraño a tí. Pero también me alivia sentir que si estoy lejos no puedo dar tanto, que mi sensación de quedar sin pan ni pedazo, miesntras los otros reciben mi pan y mi pedazo... auqnue seune divertido, porque creo que hay algo de eso en mis relaciones, me sitúo como necesario y deseado, y finalmente doy el pan y el pedazo. Hoy tego hambre y me siento frágil, no quiero moverme demasiado. Quiero depositarme en la cama, quero escuchar con los osos cerrados, quiero sentir piel sin necesidad de alczanzarla, quiero que me den la comida en la boca... y si todo esto es mucho, me basta con saber que hay otro que ´sí está.
En fin, mañana creo que deambularé durante todo el día, y quizas pase a un café a escribir otro ratito...no quiero vengarme contigo, blogsito, no quiero dejarte porque me llene de rabia.